Ir a París supone tener en cuenta una serie de visitas que se antojan imprescindibles. Una de ellas, quizás de las más importantes, es rendir honores a la Catedral de Notre Dame, posiblemente el corazón espiritual de la Francia católica y una de las cosas principales que ver en París. Allí en la Ile de Cite veréis levantarse majestuosa este templo, paradigma de la belleza gótica.
Fue el Papa Alejandro III el que colocó la primera piedra de la iglesia en 1160. Desde entonces un auténtico batallón de artesanos se afanaron para, en apenas 170 años, teniendo en cuenta los medios de la época, acabar esta maravilla de la arquitectura. Resulta impresionante ir contemplando su fachada a medida que nos vamos acercando a ella a orillas del Sena.
Esta fachada, con sus tres pórticos esculpidos con escenas de la Biblia, muestran imágenes de la Virgen, Santa Ana y el Juicio Final. Sobre ella está la galería de los reyes de Judea e Israel. Pero, fijaros especialmente en el Pórtico de la Virgen, un tímpano de piedra tallado en el siglo XIII que representa la muerte de la Virgen y su coronación en el cielo. Impresionante…
Impresionante también son las dos torres de la catedral, que despuntan en el horizonte parisino. Son completamente idénticas y miden 69 metros de altura. Se puede subir hasta ellas a través de los 387 escalones y disfrutar de unas vistas incomparables. En la torre sur tenéis la célebre campana Emmanuel, que pesa poquito, apenas trece toneladas…
Si por algo es también conocida la arquitectura de Notre Dame es por sus arbotantes de la fachada este. Obra de Jean Ravy, para verlos bien mejor situarse en la Plaza Juan XXIII. Y cómo no, las famosas quimeras, las gárgolas de Notre Dame, que se esconden en la cima de la catedral. ¿A que esperáis para buscarlas?.
Más elementos a tener en cuenta son la aguja de noventa metros sobre el tejado, y los tres grandes rosetones que se pueden ver en las fachadas sur, norte y oeste. De los tres, sólo el de la fachada norte es original del siglo XIII, y representa a la Virgen rodeada de personajes del Antiguo Testamento.
Para acceder al interior lo hacemos por la fachada oeste. Nada más entrar, a nuestra izquierda se sitúan las escaleras para subir a las torres. Tened un poco de paciencia y contemplar los 35 metros de altura de la nave central, sus 130 metros de largo y las 37 capillas laterales. No perderos tampoco la vista de los rosetones desde el interior, además de otra serie de cuadros, estatuas y altares.
Visitar además el tesoro que hay en la sacristía. También os aconsejaría que, si tenéis ocasión, la visitéis los sábados a las 14.30 horas, que es cuando se hace la visita guiada en español, totalmente gratuita.
– Información adicional
- Horarios: Notre Dame abre todos los días del año, de 08.00 a 18.45, y hasta las 19.15 horas los sábados y domingos. La zona de recepción e información, situada frente a la iglesia, abre de lunes a viernes de 09.30 a 18.00 y sábados y domingos de 09.00 a 18.00 horas.
- Precios: La entrada es gratuita, aunque si queréis subir a las torres hay que pagar 8 euros, 5 euros para los jóvenes entre 18 y 25 años, y gratis para los menores de 18 años.