Para mi gusto no hay mejor manera de moverse por París que el metro. Tal vez sea de los mejores de Europa por muchas cosas: su rapidez, la frecuencia de los trenes y la gran cantidad de estaciones que tiene. Cerca de cualquiera de los hoteles en París tendréis una estación de metro para comenzar vuestra ruta turística. Eso sí, también hay ciertas cosas que debemos tener en cuenta y que no nos gustan tanto.
El metro de París funciona de 05.00 a 01.00 de la madrugada, a excepción de viernes y sábados que operan hasta las 02.15 horas. Cuenta con casi trescientas estaciones y 16 líneas, numeradas de la 1 a la 14, más la 3 bis y la 7 bis. Para identificar cada línea tenemos un color, y de una estación a otra se tarda unos dos minutos.
No tendréis problemas para encontrar un plano de metro en cualquier estación, algo que siempre viene muy bien para planificar nuestro viaje. En los andenes hay paneles luminosos para saber el tiempo que falta para que llegue nuestro tren, mientras que el billete es válido para las próximas dos horas.
Nosotros os recomendamos que, si vais a moveros varios días por el metro de la ciudad, compréis mejor la tarjeta París Visite o la Paris Pass, para tener transporte gratuito ilimitado. Os vale tanto para el metro como para los autobuses y el RER, el tren de cercanías, aunque no os sirve si queréis ir al aeropuerto, Versalles o Disneyland.
Lo mejor es hacer cálculos y ver lo que os podéis gastar si compráis billetes individuales o un bono de diez viajes o la París Visite para usar todo el día. Ojo porque París se divide en varias zonas, aunque la parte turística son las zonas 1 y 2, y os llevará a cualquier punto del centro.
Para comprar vuestros billetes hay que hacerlo en las máquinas de cada estación. A veces hay estaciones que sólo tienen una máquina y hay que esperar colas, por lo que quizás sea mejor comprar el bono de diez viajes o la París Visite para ir más rápido.
La entrada a las estaciones están indicadas en la calle con un cartel en el que se lee Metro, Metropolitain o solamente la letra M. Bajáis las escaleras y una vez allí funciona como cualquier metro, siguiendo las indicaciones de la línea que andamos buscando, y de ahí nuestra estación de destino.
Como dato negativo quizás sea la suciedad y la antigüedad de algunas estaciones, además de los trenes antiguos, que apenas tienen asientos. Por otro lado, si lleváis equipaje las maletas pasan muy justas por los tornos, por lo que hay que andar con ojo, sobre todo en las horas punta, ya que la gente va con prisa y con estrés.